¿Qué es un bono corporativo?
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¿Qué es un bono corporativo?

Ellie Montgomery · 14 de septiembre de 2025 · 5min ·

Un bono corporativo es un tipo de deuda emitida por una empresa para recaudar capital. Cuando un inversor compra un bono corporativo, le presta dinero a la empresa a cambio de una serie de pagos de intereses. Los bonos corporativos también pueden negociarse en el mercado secundario.

En comparación con los bonos del gobierno de EE. UU., los bonos corporativos suelen considerarse más riesgosos y, por tanto, ofrecen tasas de interés más altas para compensar ese riesgo adicional. Los bonos de mayor calidad y más seguros se conocen como "Triple-A", mientras que los de menor solvencia se llaman "bonos basura".

Conceptos básicos

Los bonos corporativos representan una forma de título de deuda emitido por empresas y negociado entre inversores. Los inversores aportan capital a la compañía, recibiendo una serie predeterminada de pagos de intereses a una tasa fija o variable. Los pagos de intereses finalizan al vencimiento del bono y se reembolsa la inversión inicial. Normalmente, el respaldo del bono proviene de la capacidad de la empresa para pagar, basada en sus ingresos y rentabilidad futuros previstos. En ciertos casos, los activos físicos de la empresa pueden servir como garantía.

Explorando los bonos corporativos

Los bonos corporativos de alta calidad se presentan como una opción segura y prudente dentro del panorama de inversión. Los inversores que buscan carteras equilibradas incorporan estratégicamente bonos para contrarrestar la volatilidad asociada a las acciones de crecimiento. A lo largo de su trayectoria inversora, las personas suelen aumentar la proporción de bonos, reduciendo la exposición a activos más arriesgados y reforzando la preservación del capital acumulado. Los jubilados comúnmente prefieren una mayor proporción de bonos para asegurar un flujo de ingresos complementario y fiable.

En comparación, los bonos corporativos tienen un perfil de riesgo más alto que los bonos del gobierno de EE. UU. Por consiguiente, las tasas de interés de los bonos corporativos, incluso para empresas con calidad crediticia de primer nivel, superan sistemáticamente a las de los bonos gubernamentales. La diferencia entre los rendimientos de los bonos corporativos bien calificados y los bonos del Tesoro de EE. UU. se denomina diferencial de crédito.

Calificaciones crediticias de las principales agencias

La solvencia de los bonos antes de su emisión pasa por el escrutinio de tres agencias calificadoras estadounidenses destacadas: Standard & Poor's Global Ratings, Moody's Investor Services y Fitch Ratings. Cada agencia utiliza un sistema de clasificación distinto, y los bonos de máxima categoría se reconocen universalmente como calificados "Triple-A". Por el contrario, los bonos corporativos con menor solvencia, denominados de alto rendimiento, implican tasas de interés más elevadas como compensación por el mayor riesgo; a menudo se les llama coloquialmente "bonos basura".

Estas calificaciones crediticias sirven como indicadores clave para los inversores, ofreciendo información sobre la calidad y estabilidad de los bonos respectivos. De forma significativa, estas calificaciones influyen en las tasas de interés, las preferencias de inversión y las valoraciones de los bonos.

Venta de bonos corporativos: una visión general

Los bonos corporativos suelen emitirse en bloques con un valor nominal de $1,000 y cuentan con una estructura de pago de cupón estandarizada. Para facilitar la oferta de bonos a los inversores, los emisores corporativos a menudo colaboran con bancos de inversión para la suscripción y la colocación. Los inversores reciben pagos periódicos de intereses hasta que el bono vence, momento en el que recuperan el valor nominal del bono. Estos bonos pueden tener una tasa de interés fija o una tasa variable vinculada a indicadores económicos específicos.

En algunos casos, los bonos corporativos incluyen cláusulas de rescate anticipado, que permiten el pago anticipado en respuesta a fluctuaciones significativas de las tasas de interés. Los inversores también pueden vender bonos antes del vencimiento, y el valor de reventa se determina principalmente por los pagos restantes. Para un acceso más amplio a los bonos corporativos, los inversores pueden explorar oportunidades a través de fondos mutuos centrados en bonos o ETFs.

Emisión de bonos corporativos: estrategias de financiación

Mediante el financiamiento mediante deuda, los bonos corporativos sirven como una fuente destacada de capital para las empresas, complementando el capital social, los préstamos bancarios y las líneas de crédito. Se emplean con frecuencia para asegurar financiación inmediata para proyectos específicos y ofrecen una alternativa rentable al financiamiento por acciones, evitando la cesión de propiedad o control.

La viabilidad de emitir títulos de deuda a tasas de cupón favorables depende del potencial sostenido de ganancias de la empresa. Una mayor calidad crediticia percibida permite a las empresas emitir más deuda a tasas reducidas. Para necesidades de capital a corto plazo, las corporaciones pueden optar por papel comercial, similar a los bonos, pero con un vencimiento que normalmente no supera los 270 días.

Bonos corporativos vs. acciones: un panorama financiero distinto

Cuando un inversor compra un bono corporativo, le presta dinero a la empresa. En cambio, cuando compra acciones, adquiere propiedad en la compañía.

El valor de las acciones fluctúa, afectando la participación del inversor. Las ganancias pueden materializarse vendiendo las acciones a un precio mayor, recibiendo dividendos o una combinación de ambos. En contraste, los inversores en bonos reciben pagos de intereses y su principal está en riesgo principalmente si la empresa incurre en insolvencia. Cabe destacar que, incluso en caso de quiebra, los tenedores de bonos tienen prioridad sobre los accionistas en el pago de deudas.

De modo notable, las empresas pueden emitir bonos convertibles que pueden convertirse en acciones de la compañía si se cumplen requisitos específicos.

Conclusión

Los bonos corporativos funcionan como herramientas de financiación vitales, permitiendo a los inversores prestar capital a cambio de pagos de intereses. Aunque son más riesgosos que los bonos gubernamentales, sus calificaciones crediticias afectan las tasas de interés y las decisiones de inversión. Emitidos y negociados con características estandarizadas, los bonos corporativos suelen ser facilitados por bancos de inversión. Una cartera equilibrada puede contener algunos bonos para compensar inversiones más arriesgadas. El porcentaje destinado a bonos puede aumentar a medida que el inversor se acerca a la jubilación.

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